Sentir es la puerta: normalizar la experiencia emocional

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Scarlet Ibarra (Sca)
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Salud Mental
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Jul 9, 2025
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Vivimos en una cultura que nos enseñó que sentir es sinónimo de debilidad, cuando en realidad es nuestro mayor poder evolutivo. En el ruido de la productividad, la positividad forzada y el miedo al juicio, se ha normalizado vivir desconectados. Pero el precio de esa desconexión es altísimo: ansiedad, enfermedades del alma, y en sus formas más extremas, suicidio.

Como afirma el Dr. David R. Hawkins, "el dolor emocional que no se expresa ni se procesa, se queda almacenado como energía reprimida que baja nuestra frecuencia y distorsiona nuestra percepción del mundo". La emoción no sentida no desaparece: se esconde, se enquista, y finalmente nos domina desde el inconsciente.

La psiquiatra Bessel van der Kolk, autora de El cuerpo lleva la cuenta, explica que "las emociones no expresadas afectan el cuerpo, se manifiestan como síntomas físicos o trastornos del ánimo". Es decir: no sentir no te salva. Te enferma.

Sentir, entonces, no es un lujo, ni una amenaza. Es el camino. Es la puerta que abre la posibilidad de cambio.

La depresión, por ejemplo, no siempre es tristeza. Muchas veces es un cúmulo de emociones no permitidas: rabia no dicha, miedo no sostenido, frustración silenciada. El suicidio, en muchos casos, no es deseo de muerte sino deseo de dejar de cargar con lo no dicho, lo no llorado, lo no expresado.

En Pulso Consciente creemos en una nueva narrativa: sentir es evolucionar. Nombrar lo que sentimos es un acto de poder. Sostener lo incómodo es un ejercicio de amor. Habitar nuestras emociones es dejar de escapar.

Esta nota es una invitación: baja la guardia, cierra los ojos, respira, y permite que lo que sientes exista.

Porque cuando sientes, sanas. Y cuando sanas, despiertas.